California votará sobre normas más estrictas para combustibles con bajas emisiones de carbono en medio de preocupaciones por mayores costos

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- Los reguladores de California están votando cambios más estrictos en el Estándar de Combustibles Bajos en Carbono (LCFS) para impulsar la producción de combustible bajo en carbono y cumplir con los objetivos climáticos, apuntando a una reducción del 30% en la intensidad de carbono para 2030 y del 90% para 2045.
- Los críticos, incluidas compañías petroleras y defensores de los consumidores, argumentan que la política podría aumentar los precios de la gasolina y priorizar los biocombustibles sobre los avances de los vehículos eléctricos.
- La Junta de Recursos del Aire de California (CARB) enfrenta oposición interna y externa, y algunos miembros y el Comité Asesor de Justicia Ambiental destacan preocupaciones económicas y de equidad.
Los reguladores de California se están preparando para votar sobre las enmiendas a la Norma de Combustibles con Bajo Contenido de Carbono (LCFS, por sus siglas en inglés) del estado, una medida que podría intensificar el impulso a los combustibles con bajo contenido de carbono para cumplir con los agresivos objetivos climáticos. Los cambios proponen aumentar la meta de reducción de la intensidad de carbono para los combustibles de transporte del 20% al 30% para 2030 y establecer un objetivo del 90% para 2045. Esta política, en vigor desde 2011, ha impulsado una producción significativa de combustibles renovables, pero ahora enfrenta un escrutinio sobre sus impactos futuros.
El sector del transporte, que contribuye con aproximadamente el 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero de California, sigue siendo fundamental para la acción climática del estado.
Patrick Serfass, director ejecutivo del Consejo Americano de Biogás, apoya las revisiones y afirma: “Este programa representa reducciones reales de emisiones… ayudando a incentivar la inversión de la industria privada para que se construyan más proyectos”.

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Preocupaciones Económicas:
Sin embargo, la propuesta ha encontrado resistencia. El análisis de CARB del año pasado indicó posibles aumentos en los precios de la gasolina de un promedio de 37 centavos por galón entre 2024 y 2030. El comité asesor interno de justicia ambiental de CARB y el miembro de la junta directiva Dean Florez han expresado objeciones, señalando el potencial de tensión económica y la continua dependencia de combustibles obsoletos.
El comité enfatizó que “la última propuesta del personal de CARB… perpetúa la dependencia de combustibles de combustión obsoletos y continúa dañando a las comunidades de justicia ambiental”.
Implicaciones políticas:
Las modificaciones se producen en un momento en que las inversiones en vehículos eléctricos (VE) se desaceleran, y los consumidores y fabricantes dan señales de una transición de mercado vacilante. Los motores de combustión interna (ICE) siguen dominando el transporte de California, lo que subraya la necesidad de alternativas de combustible confiables con bajas emisiones de carbono. Si bien los combustibles renovables han logrado reducir las emisiones, las partes interesadas temen que un cumplimiento más estricto y límites de producción puedan obstaculizar el progreso futuro y disuadir la inversión.
La política de Estándares de Combustibles con Bajo Contenido de Carbono (LCFS, por sus siglas en inglés) de California ha sido una piedra angular de su estrategia climática, estableciendo un punto de referencia que influye en las políticas climáticas nacionales. Las enmiendas propuestas pondrán a prueba el equilibrio entre la promoción de objetivos climáticos ambiciosos y el mantenimiento de la viabilidad económica para los consumidores y la industria de los combustibles.
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