• La primera ley energética de China, aprobada por los legisladores, entrará en vigor el 1 de enero de 2025, lo que marca un paso significativo hacia la neutralidad de carbono del país para 2060.
• La ley aborda la planificación energética, el desarrollo, los sistemas de mercado y la respuesta a emergencias para garantizar un crecimiento energético sostenible y seguro.
• La legislación subraya el compromiso de China con las transiciones verdes y bajas en carbono y se alinea con su ambición más amplia de construir una economía socialista moderna.

China ha dado un paso histórico en su estrategia climática al aprobar su primera ley energética, que entrará en vigor el 1 de enero de 2025. Adoptada durante una sesión del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional (el máximo órgano legislativo de China), la ley consta de nueve capítulos completos que cubren una variedad de cuestiones energéticas críticas.

El alcance de la ley abarca la planificación y el desarrollo de la energía, la utilización, los sistemas de mercado, las reservas y las respuestas de emergencia, la innovación tecnológica, la supervisión y las responsabilidades legales. Según los funcionarios, la legislación se formuló de conformidad con la Constitución y tiene como objetivo promover el desarrollo energético de alta calidad, reforzar la seguridad energética nacional y facilitar una transición económica ecológica y con bajas emisiones de carbono.

Impulsando la neutralidad de carbono:

La nueva ley es un pilar del compromiso de China de alcanzar el pico de emisiones de carbono antes de 2030 y alcanzar la neutralidad de carbono para 2060. El medio de comunicación estatal Xinhua destacó los objetivos de la ley, enfatizando su papel para garantizar el desarrollo sostenible y apoyar las aspiraciones de China de convertirse en un país socialista moderno.

Esta medida refuerza el doble papel de China en el escenario mundial: como el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo y como líder en innovación en materia de energía limpia. El país actualmente construye casi el doble de capacidad eólica y solar que todas las demás naciones juntas, lo que demuestra su capacidad y su intención de liderar la acción climática.

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Una respuesta estratégica al calentamiento global:

La nueva ley china llega en un momento en que la acción climática es crucial. El sistema de vigilancia climática de la UE Copernicus proyectó recientemente que 2024 podría convertirse en el año más cálido registrado, con temperaturas que superarán en 1.5 grados centígrados los niveles preindustriales. Estos hallazgos subrayan la urgencia de adoptar políticas decisivas para mitigar los riesgos climáticos.

En vista de que ya se están produciendo fenómenos meteorológicos extremos en China, como olas de calor sin precedentes e inundaciones devastadoras, la nueva ley energética constituye una respuesta oportuna para reforzar la resiliencia del país y la transición hacia un futuro sostenible. Este hito legislativo se alinea con los objetivos ambientales más amplios de China y la prepara para las próximas negociaciones internacionales sobre el clima, incluida la COP29 en Azerbaiyán.

La primera ley energética de China es un avance definitivo en su hoja de ruta climática y sienta las bases para avances significativos en la política energética y la reducción del carbono en las próximas décadas.

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