El BEI adopta la segunda fase de la hoja de ruta del Banco del Clima y duplica la financiación para la adaptación a 32 millones de dólares.
- El BEI duplicará la financiación para la adaptación climática hasta los 30 millones de euros (32.4 millones de dólares) entre 2026 y 2030, en respuesta a las crecientes pérdidas económicas causadas por fenómenos climáticos extremos.
- Este año se ha previsto una financiación récord de 11 millones de euros para nuevas redes, con 17 millones de euros en apoyo a 350,000 pymes para reducir los costes energéticos.
- Los procedimientos simplificados se ajustarán a las normas de sostenibilidad de la UE, acelerando el acceso a la financiación para empresas y hogares.
La decisión de Chipre marca la siguiente fase
Reunido en el país con mayor escasez de agua de Europa, el Consejo de Administración del Grupo del Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha adoptado la segunda fase de su Hoja de Ruta del Banco del Clima, comprometiéndose a duplicar la financiación para la adaptación climática y a simplificar radicalmente el acceso a la misma. Esta medida consolida el papel del BEI como el "Banco del Clima" de la UE, ya que busca consolidar la transición industrial verde del continente, a la vez que aborda la competitividad, la seguridad energética y la asequibilidad de la energía doméstica.
Nadia Calviño, presidenta del BEI dijo que el Banco estaba ““Redoblando la apuesta por la transición verde, porque es lo correcto para nuestro futuro y también lo inteligente para nuestras economías”.

Competitividad, seguridad energética y hogares
Desde 2020, la Hoja de Ruta del Banco del Clima ha movilizado más de 560 000 millones de euros en inversión verde, principalmente en la UE, y el BEI sigue en camino de alcanzar su objetivo de 1 billón de euros esta década. La segunda fase eleva las ambiciones, destinando más de la mitad de la financiación anual a la acción climática y la sostenibilidad ambiental.
La agenda destaca la competitividad industrial y la seguridad energética. El BEI ha destinado 11 000 millones de euros en nueva financiación para las redes eléctricas europeas este año, lo que ya representa el 40 % de la inversión en redes en 2024. Ampliará el apoyo a los acuerdos de compra de energía, el fortalecimiento de la cadena de suministro y el despliegue de tecnologías limpias.
Una iniciativa de 17 000 millones de euros ayudará a 350 000 pymes a reducir sus costes energéticos mediante mejoras de eficiencia, mientras que las contragarantías respaldarán la base de fabricación de energía eólica y redes eléctricas europeas. El programa TechEU, con un objetivo de movilización de 250 000 millones de euros para 2027, canalizará fondos hacia la innovación en tecnologías limpias.
El Banco también se centra en los hogares. Se implementarán préstamos asequibles para renovación y arrendamiento de tecnologías limpias (que abarcan vehículos, bombas de calor y activos de ahorro energético) con socios bancarios locales. Para garantizar una transición equitativa, se planea un paquete de medidas climáticas y de género para ampliar las soluciones de bajas emisiones de carbono y de adaptación para mujeres y grupos subrepresentados a nivel mundial.
Duplicar la financiación para la adaptación
El verano europeo de inundaciones, sequías y olas de calor récord causó al menos 43 000 millones de euros en daños económicos a corto plazo. Un análisis del BEI sugiere que cada euro invertido en adaptación genera entre cinco y siete euros en pérdidas futuras evitadas.
En respuesta, el BEI duplicará su financiación para la adaptación hasta alcanzar los 30 000 millones de euros entre 2026 y 2030. Las prioridades incluyen la agricultura, la gestión del ciclo del agua, la resiliencia urbana y las comunidades vulnerables. Las colaboraciones con la Comisión Europea, los gobiernos nacionales y el sector privado serán fundamentales.
Más allá de Europa, la asistencia técnica se ampliará a los pequeños Estados insulares, los países menos adelantados, las comunidades indígenas y las poblaciones desplazadas. El objetivo es ayudar a los proyectos a alcanzar la viabilidad financiera, a la vez que se abordan las vulnerabilidades climáticas agudas.
Cortar la burocracia
Las empresas, en particular las pymes, llevan tiempo expresando su preocupación por la complejidad administrativa de los préstamos verdes. El BEI planea una simplificación radical, eliminando requisitos adicionales y apoyándose en las normas, los índices de referencia y los estándares de sostenibilidad de la UE existentes, como la Directiva sobre la presentación de informes de sostenibilidad corporativa (CSRD).
Las herramientas digitales, como el Green Checker, agilizarán la validación de proyectos. Estos cambios respaldan las iniciativas políticas de la UE, como la Brújula de Competitividad y el Paquete Ómnibus de Simplificación, cuyo objetivo es alinear los flujos financieros con las obligaciones regulatorias y, al mismo tiempo, reducir la carga de información de los clientes.
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Ampliando el alcance global
El BEI también está ultimando una estrategia para operaciones fuera de la UE, diseñada para fortalecer las alianzas que impulsan la transición verde global. El marco creará oportunidades para las empresas europeas que exportan tecnologías limpias, a la vez que apoyará a las economías en desarrollo en la ampliación de la adaptación y la mitigación.
Participación de los Interesados
Más de 160 actores de la sociedad civil, socios institucionales y el público aportaron sus comentarios durante las consultas de este año. Sus aportaciones se publicaron en un informe específico y contribuyeron al diseño de la hoja de ruta, reflejando el compromiso del Banco con la transparencia y la colaboración.
Consejo estratégico para ejecutivos
Para los altos ejecutivos de Europa, la segunda fase de la Hoja de Ruta del Banco del Clima señala dos tendencias claras: una aceleración del capital en redes, pymes y tecnologías limpias que darán forma a la competitividad industrial, y una duplicación de la financiación para la adaptación que recalibra la gestión del riesgo climático en todos los sectores.
La iniciativa de simplificación del Banco podría reducir los costos de transacción para las empresas y los bancos que buscan acceso a financiación verde, mientras que su mandato global ampliado posiciona al BEI como financista y como instrumento de políticas en la diplomacia climática de Europa.
La ejecución de la hoja de ruta influirá en el ritmo de la transición energética de Europa y en la posición global de sus industrias en un momento en que el clima, la seguridad y la competitividad son cada vez más inseparables.







