Mercedes-Benz se asocia con Norsk Hydro para reducir las emisiones de los vehículos eléctricos con aluminio bajo en carbono.
• El nuevo CLA eléctrico de Mercedes se produce con un 40% menos de emisiones que su predecesor gracias al uso de aluminio con bajas emisiones de carbono.
• El aluminio de Norsk Hydro emite solo 3 kg de CO₂ por kg (un 80 % menos que el promedio mundial) al utilizar energía renovable y chatarra reciclada.
• La colaboración refleja la creciente demanda de la industria de materiales premium con bajas emisiones de carbono en medio de crecientes presiones de descarbonización de la cadena de suministro.
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Mercedes-Benz ha introducido aluminio bajo en carbono en su último modelo eléctrico CLA como parte de una estrategia más amplia para reducir la huella ambiental de la producción de sus vehículos eléctricos. El material, desarrollado en colaboración con el grupo metalúrgico noruego Norsk Hydro, se basa en energías renovables y chatarra reciclada para ofrecer una de las intensidades de carbono más bajas del sector.
Los ejecutivos de ambas compañías dijeron que la asociación destaca cómo los fabricantes de automóviles están comenzando a pagar una prima por materias primas más ecológicas para alinearse con las normas de emisiones globales cada vez más estrictas y el creciente escrutinio de los consumidores.
"La sostenibilidad y los productos deseables simplemente van de la mano."Dijo Gunnar Guthenke, Vicepresidente de Compras y Calidad de Proveedores de Mercedes-Benz. “Por supuesto, el uso de acero o aluminio con bajo contenido en carbono conlleva costes adicionales, pero en esa dirección nos estamos moviendo”.
Reducción del 40% de las emisiones en el CLA de próxima generación
Mercedes afirmó que el nuevo CLA se produce con aproximadamente un 40 % menos de emisiones de CO₂ en comparación con su predecesor no eléctrico. El aluminio suministrado por Norsk Hydro desempeña un papel clave en esta reducción.
La planta de Hydro en Årdal, ubicada en la costa oeste de Noruega, produce el metal mediante energía hidroeléctrica e incluye aproximadamente un 25 % de chatarra de aluminio reciclada en cada lote. Como resultado, la producción de un kilogramo de aluminio de Hydro genera tan solo 3 kilogramos de CO₂, muy por debajo del promedio mundial de 16.7 kilogramos, según datos de ambas empresas.
Si bien las empresas no revelaron la diferencia de costos exacta, Guthenke dijo que el enfoque está en las ganancias de sostenibilidad a largo plazo y la reducción de riesgos en lugar de la paridad de precios a corto plazo.
Cambio de la industria hacia materiales bajos en carbono
La transición hacia metales bajos en carbono refleja una tendencia más amplia en las cadenas de suministro industriales, ya que los fabricantes de automóviles, las empresas tecnológicas y las constructoras se enfrentan a un nuevo escrutinio regulatorio y de los inversores sobre las emisiones de Alcance 3. Para Mercedes, que aspira a lograr una cadena de valor con cero emisiones netas para 2039, el abastecimiento de aluminio y acero más limpios es esencial para alcanzar estos objetivos.
Eivind Kallevik, director ejecutivo de Norsk Hydro dijo que la demanda de productos con bajas emisiones de carbono se ha mantenido resistente incluso en medio de mercados de aluminio más débiles y un crecimiento global más lento. "Estamos viendo una creciente demanda de productos con bajas emisiones de carbono," dijo a Reuters, añadiendo que los modelos de asociación permiten que el costo de la descarbonización sea compartido en lugar de ser asumido únicamente por los fabricantes o los consumidores.
Hydro, uno de los mayores productores europeos de aluminio alimentado con energía renovable, ha ampliado su oferta de productos bajos en carbono a los sectores de la automoción y la construcción. Su línea Hydro CIRCAL, por ejemplo, contiene al menos un 75 % de chatarra posconsumo y ya se utiliza en diversas aplicaciones de automoción y construcción.
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Estrategia premium alineada con las normas de la cadena de suministro de la UE
Para Mercedes, la adopción de insumos bajos en carbono se alinea con el marco de sostenibilidad cada vez más estricto de la Unión Europea. Según el Mecanismo de Ajuste en Frontera de las Emisiones de Carbono (CBAM) y la Directiva sobre la Información Corporativa sobre Sostenibilidad (CSRD) de la UE, las empresas pronto deberán divulgar y reducir las emisiones implícitas en materiales como el aluminio y el acero.
Los analistas dicen que esta integración temprana le da al fabricante de automóviles una ventaja en la gestión del riesgo regulatorio y de reputación, al tiempo que atrae a los consumidores conscientes del clima en el segmento de vehículos eléctricos premium.
Esta medida también demuestra cómo la sostenibilidad se integra cada vez más en el diseño de productos, en lugar de tratarse como un simple informe posterior. Al adquirir ahora insumos más limpios, Mercedes e Hydro están protegiendo eficazmente sus operaciones de cara al futuro frente a los regímenes de precios del carbono cada vez más restrictivos y las expectativas de los inversores.
Implicaciones más amplias para la cadena de suministro de vehículos eléctricos
Es probable que la asociación tenga eco en los mercados de vehículos eléctricos y materiales a medida que los fabricantes de automóviles se apresuran a reducir las emisiones del ciclo de vida de los modelos eléctricos, un área a menudo criticada por la producción intensiva en energía de baterías y metales.
Los analistas prevén un fuerte aumento de la demanda de aluminio bajo en carbono a medida que los fabricantes de equipos originales (OEM) se esfuerzan por alinear la producción con trayectorias compatibles con el objetivo de 1.5 °C. El Instituto Internacional del Aluminio estima que la descarbonización de la producción mundial de aluminio podría evitar hasta mil millones de toneladas de CO₂ anuales para mediados de siglo.
Por ahora, la colaboración de Mercedes con Norsk Hydro se suma a una creciente lista de alianzas entre fabricantes y proveedores destinadas a obtener materiales más limpios. A medida que aumenta la presión regulatoria y de los inversores, estas alianzas podrían convertirse en la nueva base de credibilidad en la fabricación sostenible.
