Entrevista exclusiva: una conversación con Mary de Wysocki, directora de sostenibilidad de Cisco

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By miguel fabiano y Matt Bird, Abril 26, 2024
Pregunta: ¿Qué factores contribuyen a la notable voluntad de adaptarse al cambio dentro de la organización?
Respuesta: Creo que esta voluntad surge de una combinación de factores. En primer lugar, implica honrar nuestro pasado construyendo sobre la base de las inversiones realizadas desde 2005. En segundo lugar, requiere un compromiso con el aprendizaje y el desarrollo, asegurando que las personas estén equipadas con las habilidades necesarias para el siguiente nivel. Un aspecto clave es traducir las iniciativas ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) a un lenguaje que resuene en toda la empresa, acelerando así su adopción. Mis diversas experiencias, en la transición de ingeniero de sistemas a consultoría de negocios corporativos, han subrayado la importancia de comunicarse eficazmente en todos los niveles de la organización. Motivar a las personas para que adopten los cambios varía para cada persona, lo que requiere enfoques personalizados, como la implementación de nuevas estructuras de gobernanza para los procesos de revisión. Además, al haber sido testigo de la evolución del interés generalizado en ESG a lo largo de los años, es evidente que nuestro enfoque proactivo hacia el desarrollo de infraestructura nos ha posicionado bien para afrontar las incertidumbres y mantener una ventaja competitiva. En general, priorizar la mejora continua y el desarrollo de capacidades sigue siendo parte integral de nuestro éxito en este panorama dinámico.
Pregunta: Con su amplia experiencia en impulsar cambios para el bien social, ¿cuáles cree que son algunos de los atributos o “superpoderes” más impactantes de Cisco?
Respuesta: Yo diría que una de nuestras ventajas radica en tener una perspectiva pionera, basada en los principios establecidos por nuestros fundadores y equipo de liderazgo. Esta participación temprana nos permitió dar forma a nuestras iniciativas e inculcó un sentido de responsabilidad por el impacto social. Durante los últimos 25 años, hemos podido cultivar la capacidad organizacional, particularmente a través de programas como Cisco Networking Academy, que se extiende a nivel mundial. Nuestra evolución dentro de la Fundación Cisco refleja nuestros esfuerzos continuos para adaptarnos y abordar desafíos apremiantes, como incorporar criterios de diversidad en nuestra concesión de subvenciones y aventurarnos en la inversión de impacto. La creación de redes, tanto en términos de tecnología como de conexiones humanas, ha sido fundamental para impulsar cambios a gran escala. Importantes inversiones, tanto corporativas como personales, han impulsado iniciativas como nuestro compromiso de $50 millones para combatir la falta de vivienda. Además, nuestra cultura organizacional, que enfatiza la responsabilidad y la mejora continua, ha sido fundamental para nuestro éxito. Hemos aprendido a aprovechar las prácticas de inteligencia empresarial y los marcos de presentación de informes para medir y comunicar nuestro impacto positivo de forma eficaz. Programas como el programa Country Digital Acceleration subrayan nuestro compromiso con la resolución colaborativa de problemas a escala global, reconociendo la importancia de desarrollar capital humano y fomentar condiciones comerciales favorables. El creciente enfoque en la sostenibilidad a nivel de la junta directiva valida aún más la importancia de nuestros esfuerzos. En última instancia, creo que es la combinación de estos factores, junto con el compromiso de fomentar el liderazgo y fomentar una cultura de innovación, lo que impulsa el éxito duradero.
Pregunta: La evolución del papel de las empresas, especialmente en lo que respecta a la sostenibilidad, parece marcar un cambio histórico significativo. Sin embargo, ¿cree que la persona promedio realmente comprende las implicaciones de estos cambios, o es principalmente una preocupación para los profesionales e inversores?
Respuesta: Inicialmente, cuando se hablaba de confianza, los gobiernos solían tener los niveles más altos, seguidos por las empresas. Sin embargo, durante eventos como la pandemia de COVID, los empleados buscaron liderazgo en sus empleadores. En cuanto a la sostenibilidad, nuestro viaje incluye el compromiso de incorporar principios de diseño circular en todos nuestros nuevos productos y embalajes para nuestro año fiscal 2025. Esto ha implicado una formación integral para ingenieros y un enfoque sistemático para la evaluación y mejora de productos. Lo que es notable es cómo la sustentabilidad ha pasado de ser administrada por equipos específicos a convertirse en una discusión de alto nivel. Por lo tanto, garantizar la rendición de cuentas en todos los niveles se vuelve crucial para impulsar un cambio significativo. En general, la evolución del papel de las empresas, especialmente en la sostenibilidad, marca de hecho un cambio profundo, que requiere una comunicación efectiva tanto con las partes interesadas del negocio como con el público en general.
Pregunta: ¿Cómo ve el concepto de incorporar las emisiones y el impacto ambiental en la información del producto, de manera similar a cómo se muestran los recuentos de calorías en los menús, como se discutió en la conversación?
Respuesta: Este cambio de perspectiva de centrarse únicamente en lo que hay dentro de los alimentos a considerar el impacto ambiental más amplio de los productos representa un cambio significativo. En mis conversaciones, hemos profundizado en el concepto de huella de carbono y la necesidad de traducir conceptos complejos en información digerible para un consumo más amplio. Además, se reconoce el cambio de enfoque hacia estrategias de corto plazo, en contraste con los enfoques tradicionales de planificación de largo plazo. Este cambio subraya la urgencia de abordar los desafíos ambientales y la necesidad de estrategias adaptables. También hemos discutido la importancia del capital paciente para impulsar soluciones sostenibles, junto con la necesidad de una investigación y evaluación rigurosas para demostrar la eficacia. Además, la conversación ha tocado la dimensión internacional, destacando el papel de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para fomentar la colaboración global y la igualación de oportunidades. En general, se reconoce el poder transformador de incorporar consideraciones ambientales en las prácticas comerciales y la necesidad de realizar esfuerzos concertados para impulsar un cambio positivo a escala global.
Pregunta: ¿Cómo prevé abordar las brechas generacionales en la comprensión de la sostenibilidad, particularmente en términos de informes financieros y cuestiones de acceso al mercado?
Respuesta: Nuestra decisión de establecer el objetivo de alcanzar cero emisiones netas para 2040 estuvo influenciada en gran medida por las expectativas de clientes y colegas, particularmente en los EE. UU. y el Reino Unido. Sin embargo, la transición sostenible presenta desafíos multifacéticos, tanto interna como externamente. Desde un punto de vista táctico, alinear las expectativas internas y externas es crucial. Al reflexionar sobre nuestro enfoque, veo el valor de convocar a las partes interesadas para acordar colectivamente objetivos y estrategias de inversión. Este enfoque colaborativo fomenta la viabilidad económica y señala la demanda de soluciones sostenibles. Además, aprovechar las capacidades de investigación dentro de organizaciones como Cisco puede mejorar los marcos de impacto y fomentar una cultura de intercambio de información y competencia sana. A medida que navegamos por las complejidades de la sostenibilidad, debemos seguir adaptándonos a variables imprevistas, como cambios en los paisajes políticos, que pueden afectar las estrategias a largo plazo. En última instancia, construir un caso de negocio convincente para la sostenibilidad requiere una consideración cuidadosa de diversos factores y la voluntad de adaptarse a las circunstancias cambiantes.
Pregunta: ¿Cómo se concilia la transición de que los objetivos de sostenibilidad sean una aspiración a convertirse en requisitos obligatorios, especialmente en términos de informes y cumplimiento?
Respuesta: Su observación es acertada y plantea un punto crucial. Anteriormente, nuestros objetivos de sostenibilidad, aunque ambiciosos, servían como gritos de acción, inspirando impulso y compromiso. Sin embargo, a medida que avanzamos hacia marcos de cumplimiento y presentación de informes obligatorios, hay un cambio notable de perspectiva. Los objetivos que alguna vez fueron aspiracionales ahora requieren planes concretos y medidas de rendición de cuentas. Esta transición introduce una tensión entre la naturaleza aspiracional de nuestros objetivos y los aspectos prácticos del cumplimiento y la gestión de riesgos. Si bien la incorporación de estándares de cumplimiento financiero en las iniciativas de sostenibilidad mejora el rigor y la transparencia, también exige un mayor nivel de responsabilidad y escrutinio. Equilibrar estas perspectivas duales y sortear incertidumbres como el cambio de políticas y regulaciones agrega complejidad al panorama de la sostenibilidad. En última instancia, si bien el cambio hacia la presentación de informes obligatorios aporta claridad y rendición de cuentas, también subraya la necesidad de un enfoque pragmático para el establecimiento y la implementación de objetivos.
Pregunta: ¿Percibe que las métricas de sostenibilidad de las empresas, en particular las relativas a los objetivos de cero emisiones netas, aún se encuentran en sus primeras etapas de desarrollo, o dependen más de las prácticas individuales de las empresas?
Respuesta: Es una mezcla de todo lo anterior. Cuando consideramos las métricas para los objetivos netos cero, existen distintos niveles de confiabilidad y granularidad. Por ejemplo, rastrear el consumo de energía dentro de nuestro propio lugar de trabajo es relativamente sencillo y concreto. Sin embargo, cuando profundizamos en las emisiones de Alcance 3, que abarcan emisiones indirectas como las de las actividades de los clientes, la estimación se vuelve más desafiante. Sin embargo, es esencial incluir estas métricas en nuestras evaluaciones de sostenibilidad, incluso si son estimaciones conservadoras. Este enfoque suscita una reflexión y una consideración más profundas y, en última instancia, mejora la integridad de nuestros objetivos. Además, la terminología en torno a estos objetivos, ya sea que se denominen metas u objetivos, a veces puede ser ambigua, lo que requiere claridad y precisión en nuestra planificación. En general, si bien hay margen de mejora, invertir en recursos y fomentar la participación dentro de nuestro ecosistema, incluidas las partes interesadas como Cisco, es vital para avanzar en las métricas y prácticas de sostenibilidad.
Pregunta: ¿Cuáles son algunas áreas que se han quedado atrás en términos de abordar la sostenibilidad y cómo prevé afrontar estos desafíos?
Respuesta: Al considerar la transición hacia un futuro más sostenible, hay varias dimensiones que explorar. En primer lugar, se requiere un cambio fundamental en nuestra forma de pensar, desde nuestros estilos de vida actuales hasta los cambios necesarios para el mundo que habitaremos en la próxima década. Esto implica reevaluar las comodidades que damos por sentado, como los servicios de entrega rápida, y considerar el impacto ambiental de estas comodidades. Por ejemplo, ¿estamos dispuestos a sacrificar la gratificación inmediata por una menor huella de carbono? Experiencias personales, como pasar una semana sin calefacción ni agua caliente, arrojan luz sobre los ajustes necesarios para un estilo de vida más sostenible. Además, es fundamental abordar las disparidades en el acceso a los recursos y la acción colectiva. Si bien los individuos privilegiados pueden tener los recursos para adaptarse, existe un desafío más amplio a la hora de fomentar la acción colectiva en comunidades e industrias. Surge la pregunta: ¿cómo incentivamos dicha acción colectiva, especialmente dentro de los marcos actuales de rendición de cuentas del sector público y empresarial? Se requiere un esfuerzo concertado de todas las partes interesadas para priorizar la sostenibilidad como un objetivo colectivo en lugar de una ventaja competitiva.
Pregunta: ¿Cómo percibe la responsabilidad de las empresas hacia los esfuerzos de conservación y qué estrategias se pueden emplear para incentivar la conservación?
Respuesta: Por supuesto, las prácticas comerciales responsables son cruciales para abordar los desafíos de la conservación. Un enfoque implica replantear el consumismo y promover el consumo consciente como una acción para el bien común. Además, los incentivos desempeñan un papel importante a la hora de motivar a personas y organizaciones a priorizar los esfuerzos de conservación. Necesitamos encontrar maneras de conectar las acciones presentes con los resultados futuros, enfatizando el impacto colectivo de las decisiones individuales en la creación de un futuro mejor. La comunicación eficaz y el liderazgo con el ejemplo son clave para inspirar acciones e impulsar resultados tangibles. Los líderes empresariales también pueden desempeñar un papel fundamental al integrar principios de conservación en sus operaciones, beneficios para empleados e iniciativas de participación comunitaria. En última instancia, fomentar una cultura de toma de decisiones y rendición de cuentas impulsadas por un propósito es esencial para promover los esfuerzos de conservación a nivel mundial.
Pregunta: ¿Ha realizado algún estudio generacional sobre las actitudes hacia la sostenibilidad, particularmente entre la Generación Z?
Respuesta: De hecho, hemos observado un cambio significativo en las actitudes, especialmente entre la Generación Z, donde la sostenibilidad se percibe como un valor fundamental más que una postura política. Por ejemplo, muchas personas dentro de este grupo demográfico priorizan las consideraciones ambientales en sus elecciones profesionales, lo que refleja un compromiso profundamente arraigado con la sostenibilidad. Esta tendencia subraya la importancia de comprender y adaptarse a estas perspectivas cambiantes, particularmente entre quienes ocupan posiciones de influencia tanto en el sector público como en el privado, donde las inversiones estratégicas en sostenibilidad son primordiales.