S&P Global revela: Menos de la mitad de las empresas líderes de EE. UU. tienen objetivos de emisiones netas cero, a pesar de la creciente presión

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A medida que la comunidad global intensifica sus esfuerzos para combatir el cambio climático, la importancia de los objetivos de emisiones netas cero se ha convertido en un foco de atención. Estos objetivos, que apuntan a equilibrar la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos con la cantidad eliminada de la atmósfera, son cruciales para mitigar los impactos del cambio climático. Un análisis reciente de S&P Global arroja luz sobre el progreso y los desafíos que enfrentan las principales empresas estadounidenses para lograr emisiones netas cero.
Puntos de impacto:
El informe revela varias ideas clave:
- Adopción limitada de objetivos netos cero: Solo el 45% de las empresas líderes de EE. UU. han establecido un objetivo de emisiones netas cero, lo que destaca la necesidad de un mayor compromiso con las iniciativas de sostenibilidad.
- Brecha de emisiones de alcance 3: Si bien las empresas están avanzando en la reducción de las emisiones de Alcance 1 (emisiones directas) y de Alcance 2 (electricidad comprada), la ambición se queda corta para las emisiones de Alcance 3 (generadas a lo largo de la cadena de valor), con un objetivo de reducción promedio de solo el 11%. Esta brecha subraya la importancia de abordar las emisiones más allá del control operativo directo.
- Falta de objetivos provisionales ambiciosos: El análisis enfatiza la importancia de establecer objetivos ambiciosos a corto plazo (objetivos provisionales) como pasos hacia el logro de objetivos netos cero a largo plazo. Sin embargo, solo el 33% de las emisiones están cubiertas por compromisos de emisiones netas cero con objetivos provisionales que apuntan a 2035 o antes, lo que deja una parte importante de las reducciones de emisiones sin una hoja de ruta clara para lograrlas en el crítico corto plazo.
- Incentivar la acción climática: Una tendencia prometedora destacada en el informe es el creciente número de empresas que vinculan la remuneración de los ejecutivos con la reducción de emisiones. Si bien solo el 15% de los directores ejecutivos tienen actualmente tales incentivos, particularmente en sectores con altas emisiones como energía (48%), materiales (29%) y servicios públicos (27%), esto representa un paso positivo hacia la alineación del liderazgo corporativo con los objetivos de descarbonización.
- Cambio de transparencia y presión: A medida que los inversores y reguladores exigen una mayor transparencia en torno a la información relacionada con el clima, las empresas probablemente enfrentarán una mayor presión para desarrollar planes de transición sólidos con objetivos claros de descarbonización. Esta presión podría conducir a una mayor adopción de objetivos netos cero y una mayor responsabilidad por los esfuerzos de reducción de emisiones.
Pros y contras:
Pros:
- Adopción creciente de objetivos Net-Zero: El creciente número de empresas que se comprometen con objetivos de emisiones netas cero indica un cambio positivo hacia la sostenibilidad, con el 45% de las principales empresas estadounidenses a bordo. Este impulso refleja un reconocimiento más amplio de la importancia de reducir la huella de carbono y mitigar los impactos del cambio climático.
- Vincular la compensación ejecutiva con las reducciones de emisiones: La tendencia de vincular la remuneración de los ejecutivos a la reducción de emisiones, aunque actualmente adoptada por sólo el 15% de los directores ejecutivos, parece prometedora, especialmente en sectores con altas emisiones como la energía, los materiales y los servicios públicos. Esto incentiva a los altos directivos a priorizar la sostenibilidad y alinear las recompensas financieras con los objetivos medioambientales.
- Mayor presión inversora y regulatoria: La creciente presión de los inversores y reguladores para una mayor transparencia y rendición de cuentas en cuestiones relacionadas con el clima está empujando a las empresas a priorizar las iniciativas de sostenibilidad. Esta presión lleva a las empresas a revelar los riesgos ambientales y avanzar hacia los objetivos de reducción de emisiones, mejorando la responsabilidad corporativa.
- Cambio positivo en la cultura corporativa: El enfoque en iniciativas de sostenibilidad fomenta una cultura de responsabilidad y administración dentro de las organizaciones, que va más allá del cumplimiento normativo. Alinear los objetivos corporativos con metas ambientales y sociales más amplias mejora la reputación, atrae talento y fortalece las relaciones con las partes interesadas.
- Potencial de innovación y colaboración: Los ambiciosos objetivos de reducción de emisiones estimulan la innovación y la colaboración, impulsando la investigación y el desarrollo de tecnologías sostenibles, asociaciones con proveedores y pares, y la exploración de nuevos modelos de negocio que prioricen la sostenibilidad ambiental.
Contras:
- Falta de objetivos provisionales ambiciosos: Si bien muchas empresas han establecido objetivos de emisiones netas cero a largo plazo, existe una notable falta de objetivos provisionales ambiciosos para 2035 o antes, que cubran solo el 33% de las emisiones. Esta brecha en la planificación a corto plazo impide avanzar hacia objetivos de sostenibilidad a largo plazo.
- Desafío al abordar las emisiones de alcance 3: A pesar de los avances en la reducción de las emisiones de Alcance 1 y 2, la ambición se queda corta para las emisiones de Alcance 3, que a menudo constituyen la mayor parte de la huella de carbono de una empresa. Con un objetivo de reducción promedio de solo el 11% para las emisiones de Alcance 3, abordar eficazmente las emisiones en toda la cadena de valor sigue siendo un desafío.
- Incentivos limitados para los directores ejecutivos para la reducción de emisiones: Si bien existe una tendencia creciente a vincular la remuneración de los ejecutivos a la reducción de emisiones, la adopción general de tales incentivos sigue siendo baja, actualmente en un 15% para los directores ejecutivos. Es necesaria una mayor alineación de los altos dirigentes con los objetivos de descarbonización para impulsar un progreso significativo.
- Incertidumbre regulatoria y desafíos de cumplimiento: A pesar de la creciente presión, persiste la incertidumbre regulatoria con respecto a las divulgaciones relacionadas con el clima y los objetivos de reducción de emisiones. Navegar por los requisitos regulatorios en evolución y garantizar el cumplimiento de los estándares emergentes plantea desafíos para las empresas, lo que afecta su capacidad para implementar iniciativas de sostenibilidad de manera efectiva.
- Transición a prácticas sostenibles: La transición a prácticas sostenibles y lograr emisiones netas cero requiere una inversión significativa en infraestructura, tecnología y capacitación de la fuerza laboral. Las empresas pueden encontrar barreras como altos costos iniciales, desafíos técnicos y resistencia al cambio dentro de las estructuras organizacionales, lo que requiere planificación estratégica y compromiso a largo plazo por parte del liderazgo corporativo.
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Incentivar la acción climática:
Vincular la remuneración de los ejecutivos con la reducción de emisiones se ha convertido en una estrategia fundamental para impulsar la acción climática dentro de las empresas. Al vincular los incentivos financieros a los objetivos de sostenibilidad, las empresas pueden incentivar el cambio de comportamiento y fomentar una cultura de responsabilidad. La creciente prevalencia de esta práctica, particularmente en sectores con altas emisiones, refleja un reconocimiento cada vez mayor de la importancia de alinear el liderazgo corporativo con los objetivos de descarbonización.
Mirando hacia el futuro
El informe de S&P Global subraya la necesidad urgente de actuar para abordar el cambio climático. Si bien se han logrado avances, persisten desafíos importantes para lograr emisiones netas cero, particularmente en el establecimiento de objetivos provisionales ambiciosos y el abordaje de las emisiones de Alcance 3. A medida que aumenta la presión de los inversores y reguladores, las empresas deben priorizar las iniciativas de sostenibilidad y colaborar para acelerar el progreso hacia un futuro neto cero.
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